Situado en el corazón del Pirineo y debido a su peculiar orografía, la Bal de Chistau es un enclave único donde todavía se puede contemplar al Pirineo más auténtico.
Descubre durante un fin de semana este fantástico lugar con uno de sus atractivos más importantes en esta época del año, la micología.
Al principio del otoño los árboles comienzan a cambiar de color, las temperaturas todavía suaves, nos permiten disfrutar del jardín durante el día y abrigarnos por las noche al calor del «fogaríl» u hogar en la sala de estar.
Es ahora cuando el bosque da sus frutos más preciados. Los frutales en plena producción nos suministran de manzanas, moras, nueces o avellanas para preparar ricos postres. Y bajo la tierra aflora el tesoro del otoño, las setas.
Con todos estos productos, el Chef Jesús y su equipo, ha elaborado un menú degustación micológico de, por y para la tierra. Pues somos amantes de este territorio y queremos mostrárselo a quienes visitáis nuestra casa.
Con un encanto añadido, el día 5 de octubre al mediodía disfrutaremos de la voz de RibaSoul mientras degustamos este menú tan especial.