La Magia del Valle de Chistau en BTT
AEl Valle de Chistau ofrece un entorno magnífico para los amantes de la BTT, tanto para los que se inicia en el deporte como para los más experimentados. Hay una gran oferta de rutas debidamente balizadas que se adaptan a los distintos niveles tanto técnicos como físicos. Siempre, eso sí, espectaculares porque recorrer el Parque Natural del Posets-Maladeta en bici significa sentir la naturaleza en estado puro.
Ruta San Juan de Plan – Viadós – San Mamés
Te proponemos una ruta BTT con la que podrás rodar por algunos de los parajes más bonitos del Valle de Chistau. Pedalearás a través de un paisaje cambiante de espacios a pleno sol junto al río Cinqueta, zonas de pasto de alta montaña o sombríos parajes de pinos negros centenarios. Una ruta sin dificultad técnica especial, aunque sí requiere de unas piernas entrenadas. Nuestro punto de partida será el propio Hotel Casa Anita al que también llegarás al terminar la excursión.
Vayas donde vayas, se convierte de alguna forma en parte de ti.”
.- Anita Desai
Súbete a la bici, encara la carretera que une San Juan de Plan con Gistaín y, tras recorrer un escaso kilómetro de asfalto, adéntrate en la pista forestal (GR-19) y comienza a disfrutar. Estás de camino al refugio de Viadós (1760m), punto medio del trayecto, en el que te aconsejamos que pares parar retomar fuerzas mientras contemplas las tradicionales y bien conservadas bordas de pastores o las cimas más notables del Parque Natural Posets-Maladeta.
De nuevo encima de nuestra bici, rodaremos hasta alcanzar el frondoso bosque del Pla de l’Abet de ambiente fresco y húmedo en el que el sol a duras penas alcanza el suelo. Bajada y llaneo que nos dan un respiro. Kilómetros abajo se cruza el barranco del Sen que nos recuerda que, tal vez, aún tengamos pendiente de visitar el ibón del mismo nombre, sobrecogedor, lunar, apabullante.
Casi al final de la jornada te proponemos que te tomes un respiro en la balconada de San Mamés, asentada sobre un suelo de roca roja. Conjunto de construcciones de pastores y ermita, ha sido considerado desde siempre como un lugar mágico. En la noche de San Juan se prende en el lugar una gran hoguera que sirve como encendedor de las teas que después se llevarán ladera abajo hasta el pueblo en un rito ancestral de una imagen visual de lo más sorpresiva. Las vistas de los pueblos del valle son magníficas desde el lugar.
Ahora todo descenso, aprieta el pedaleo que te espera una merecida y reconfortante comida del chef Jesús Fillat.