En el Valle de Chistau existen muchas leyendas que narran la historia de estos pueblos, historias que lo hacen ser como es; único. El Pirineo Aragonés es una Tierra mágica, plagada de historias y leyendas que hablan de la naturaleza y el territorio.
Saliendo de San Juan de Plan, a un kilómetro por la carretera que sube a Gistaín, encontramos el “Puen Pecadó” o Puente de los pecadores. Cuenta la leyenda que los pecadores eran arrojados desde el puente de 50 metros de altura, al río, de ahí el origen de su nombre.
Un paraje único rodeado de tilos centenarios, que te deja sin aliento.
Niéus Luzía Dueso Lascorz, poeta Chistabina, describe así el angosto paso del Río Cinqueta bajo este puente, en su “Oda al Zinqueta”.
…Y degaza, más t’abaixo
m´ha tocao de foradare
la garganta más fondiza
que se pueda presentare…
…Chilo ta poder pasare
per debaixo las telleras
que no me dixan biyere
mica sol ni garra estrela.
Paso per debaixo’l puen
que ye escuro, fundo y negro,
lixero, ta salir bien
per aquel espaldadero…
Traducción al Castellano:
…Y al final, más abajo he tenido que horadar la garganta más honda que se puede encontrar…
…Grito para poder pasar por debajo de los tilos que no me dejan ver ni el sol ni las estrellas.
Paso por debajo del puenteque es oscuro, hondo y negro, rápido, para salir triunfal de aquel precipicio…
Una de las leyendas más bonitas del Valle de Chistau es la de La Basa de la Mora o Ibón de Plan. (Imagen principal arriba). Cuentan que durante la guerra entre moros y cristianos una princesa mora se escondió entre estas montañas y desapareció entre las aguas del Ibón.
Dice la leyenda que el 23 de junio, en la noche de San Juan, si te lavas la cara con las aguas cristalinas del Ibón, la princesa mora surge del agua, vestida con joyas y serpientes de mil colores, bailando una danza mágica y armoniosa.
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No todos pueden ver a la mora, solo las personas de buen corazón y que tengan el alma limpia.
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¡No dudes en adentrarte en este mágico paisaje y crear tu propia historia!
